Hoy he tomado la decisión firme en cumplir mi rol de padre como dios manda, quizá muchos de nosotros nos olvidamos jugar nuestro rol de padres y solo vemos como crecen nuestros hijos y la justificación que siempre encontramos es: o estoy muy ocupado, llego cansado del trabajo, tengo que trabajar en dos lugares y casi no puedo ver a mi hijo(a), estoy lejos de mis hijos, o tengo problemas con la madre o padre de mis hijos y cuantas excusa mas. Lo cierto es que somos consientes del daño que estamos causando a nuestro hijos y no hacemos nada por ayudarles y ayudarnos.
Muchos creen que ser padre es dar dinero y listo, que el hijo vaya al colegio, que tenga ropa y salud y con eso se sienten padres orgullosos, que mentira más grande. ¿Qué tipo de hijos estamos preparando para el mundo? Muchas parejas se centran en resolver primero sus problemas, sin darse cuenta que el principal problema es que están dejando a sus hijos a su suerte, concentrados en sus problemas o sus desconfianzas o en el trabajo.
No es posible que seamos tan mezquinos con nuestros hijos, ¿Que nos pasa? Acaso trajimos al mundo a los hijos para que paguen el dolor de nuestra infancia; al contrario deberíamos de ser diferentes y no dejar que los nuestros vivan lo malo que nos ha tocado. Para hacer feliz a un hijo no es necesario dinero, ropa y otras tantas exageraciones, para hacer felices a nuestros hijos es necesario darles amor, confianza, cariño, un abrazo dice mucho, un te quiero les llena tanto que no es necesario recurrir a lo material.
Personalmente lo confieso, me he centrado tanto en mis cosas, mi carrera, mis proyectos personales, que me olvidé de lo más importante de mi vida mis hijos. Pero ahora tomo la firme convicción de desarrollarme junto a ellos, de aprender a ser padre y mis hijos a ser hijos, de darles amor, ese amor que nos es regalado y no podemos darnos el lujo de desaprovecharlo. Cuantos niños están hoy en busca del amor de un padre, quizá tu que estás leyendo ahora este blog te das cuenta que tus hijos claman por una familia. Somos afortunados de estar leyendo estas líneas y yo de escribirlas, hagamos afortunados a nuestros hijos por tenernos como padres, con ejemplo, con orgullo, con satisfacción. Créanme no existe mas perfección en el hombre que concebir a un hijo. Enséñenle a sus hijos a vivir, enséñenles a amar, enséñenles a tener una familia, ensénenles que tener libertad es un don, que los valores son de buenos hombres, que la moral engrandece, que el respeto consagra, que la humildad los hace más personas, que la vida es tan bella como para no ser feliz y enseñar a ser feliz. Tus fracasos no tiene porque ser el fracaso de tus hijos. APRENDAMOS A SER PADRES Y CON EJEMPLO
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